Viernes. 20 horas. Acaba de terminar una semana agotadora de trabajo y estás deseando llegar a casa para relajarte y disfrutar de unas horas de silencio, sin preocupaciones. Pero cuando cierras la puerta tras de ti no haces más que oír los ruidos del constante tráfico que pasa por detrás de tu edificio y a los niños de la vecina de arriba que no paran de ¡jugar y gritar! ¿Qué haces? ¡insonorización!
Asegura la tranquilidad de tu hogar insonorizando las zonas de donde proviene el ruido. Es un recurso muy práctico que puedes realizar en toda la casa o únicamente en las partes de donde proceda: el techo, las ventanas, el suelo o la pared e incluso en las puertas de una estancia.
Antes de insonorizar, se ha de pensar muy bien cuáles son los ruidos que queremos evitar y por dónde se nos cuelan o escapan. En ocasiones, somos nosotros mismos los generadores de ruido, por ejemplo, si en nuestro hogar uno de los miembros de la familia toca un instrumento de manera profesional y practica en casa durante muchas horas. Así mismo, ha de tenerse en cuenta que el procedimiento reduce un poco el espacio a insonorizar. Con lo que, una vez elegido debe de escogerse el material aislante más adecuado a cada caso (fibras minerales, vegetales, espuma de poliuretano, película plástica de aluminio…).
En la actualidad, encontramos una gran gama de materiales aislantes que se adaptan a cualquier tipo de superficie. Están desde los más comunes, para ventanas, puertas y paredes, hasta los más innovadores, y que van dirigidos a extractores, sistemas de climatización y maquinarias que generan ruido ubicadas en el exterior de las viviendas.
Para los más habilidosos, la insonorización de su hogar es un reto, pero no un imposible. Basta con ponerle interés, tener paciencia y prestar atención a todos los detalles.
Para los menos ‘manitas’ o que no dispongan de tiempo, se recomienda contratar los servicios de un experto. HOMEPPY cuenta con una red de más de 1.800 profesionales que trabajan a nivel nacional. ¿Por qué no contar con su ayuda?
