Cada vez es más común que esta cultura entre en los hogares occidentales. Se trata de una tendencia exótica que transmite fundamentalmente relajación. Pero no te relajes ahora, antes te contamos todo lo que debes saber sobre este tipo de decoración oriental.

Menos es más

Contar con los elementos necesarios es una de las claves más importantes de este estilo, por lo que debemos tender al estilo minimalista.

Aunque depende de la estancia, trata de que el campo visual esté despejado lo máximo posible, a la vez que reine el orden.  Para ello, apuesta por elementos simples.

Materiales de la decoración oriental

Seguro que te suena el ying y el yang, ¿verdad? Pues los materiales están muy relacionados. Es muy habitual combinarlos entre ellos, por ejemplo, bambú, mimbre, piedra, madera de cedro, papel de arroz…

La seda es otro de la materiales que debemos tener presentes, por ejemplo a través de las cortinas.

Por otro lado, es muy común que en esta cultura todo se realice al nivel del suelo, por lo que debes colocar los elementos y muebles a ras del suelo, sin patas.

Iluminación y colores 

En cuanto a la iluminación y colores, priman los tonos suaves, relajantes. Puedes elegir entre colores como el amarillo, gris, blanco, beige… Por contradictorio que parezca, no olvides el negro, sobre todo para los complementos y muebles.

¿Qué tipo de iluminación encaja en este estilo? Ante todo, deja que la luz natural entre en tu hogar, aunque también puedes complementarla con velas, o lámparas de techo y pie. Por lo general, destacan las formas y diseños curvos.

Esperamos que hayas encontrado la paz y armonía para decorar tu hogar y pongas en práctica este estilo decorativo que viene pisando fuerte.

Imágenes: Maisons du Monde